EL ÚLTIMO PASEO
Javier Alonso García-Pozuelo
Aunque si recuerdo con tanta precisión el recorrido del último paseo no se debe a que el hacerlo más despacio de lo habitual o el adentrarnos por callejuelas que no conocía, me hubiese devuelto el gusto por pasear con ella. No, nada que ver.
Si lo recuerdo con tanta nitidez como si hubiese sido ayer mismo es porque al llegar a casa y leer la nota que había en la puerta, casi me caigo muerto al descubrir que –quién sabe desde qué punto del paseo– la que iba a mi lado no era ella, sino mi suegra.
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